Soy Erika, tengo 24 años, soy la realizadora audiovisual de Una flor de piel. Me uní al proyecto con el fin de aportar a un movimiento humano, social y artístico desde mi profesión, pero también para hablar por medio de mi cuerpo. Soy modelo artística desde hace siete años, no solo por una necesidad física y desarrollar autoestima, si no por necesidad psicológica, personal y aceptación de mi condición femenina. Desde que tengo uso de razón sufro de disforia de género, el término mal llamado “trastorno de identidad sexual” es decir: Nací en el cuerpo equivocado, siempre he estado en discordia con el sexo con el que nací y no me siento mujer(pero no soy homosexual ni bisexual, cabe aclarar que la Identidad sexual, no es lo mismo que la preferencia sexual). Debido a que esto científicamente es conocido como una patología y no existen pruebas que comprueben que sea algo genético o hereditario, comencé la lucha con mi cuerpo desde que era una niña. Crecí en una familia convencionalista y machista lo cual hizo que lo que yo sentía dentro de mi fuera visto como imperdonable e inaceptable, con los años y mucho esfuerzo aprendí a pensar, a sentarme, actuar, a reaccionar y finalmente hablar como una chica, aunque mi mente y mi cuerpo me gritaban lo contrario, y aunque aún a pesar de que ya he logrado bastante aceptación de mí, aun no funcionaba hormonal, mental y físicamente como una chica tradicional.

 

Actualmente me encuentro en el proceso de aceptación total el cual cuantifico en un 80% mujer y 20% hombre. Sé muy bien lo que es luchar contra ti mismo y con tu cuerpo, aceptarlo y enfrentarlo tal y como es. Por esto hago parte de este increíble proyecto: Una flor de Piel.